MISS DIOR
o el torbellino
de la vida

MARIE AUDRAN: Miss Dior, fragancia icónica de la Maison, es la encarnación del vínculo fundamental existente entre perfume y costura. ¿Es ese hilo de Ariadna «cosido con hilo de Dior» lo que le ha guiado?

FRANCIS KURKDJIAN: Sin lugar a dudas. Miss Dior, y así lo anuncia su nombre, es el emblema de la eterna juventud que enlaza perfume y moda. Hay tres fechas clave: 1947, el año de su nacimiento, con un nuevo impulso vital justo después de la guerra; 1967, con la introducción por parte de Marc Bohan de la primera línea de prêt-à-porter Dior, reflejo de una feminidad impetuosa que precisamente recibió el nombre de Miss Dior, hasta llegar a 2024 con mi reinterpretación contemporánea de la fragancia original. Será «por siempre el perfume juvenil de la Maison», en palabras de Catherine, la hermana de Christian Dior que lo inspiró¹.

MA: Ha querido usted indagar en su mito fundador.

FK: Sí, se ha llevado a cabo una gran labor investigadora junto con el departamento de Patrimonio para observar paso a paso cómo fue aquel maravilloso proceso. He retenido la arquitectura olfativa de la nota chipre del primer Miss Dior (flores y maderas); es como si hubiera conservado la estructura del traje sastre Bar, pero he hecho una orquestación floral afrutada amaderada. La encargada de aportar el aspecto gourmand es la fresa silvestre, una de las facetas centelleantes del jazmín grandiflora, un bouquet luminiscente que ref leja la eclosión de fragancias que se produce al caer la noche. Es una alineación de planetas (y estrellas) que no olvida la constelación de la inspiración inicial, y provenzal, de Monsieur Dior.