«La humanidad engloba diversas experiencias y cualidades que nos definen, como individuos y como comunidad. A medida que avanzamos como sociedad, ¿cómo definimos la humanidad? Si pensamos en nuestra capacidad de amar, de empatía y resiliencia, el tema de Kyotographie 2025 pasa por dos perspectivas culturales diferenciadas: la japonesa y la occidental, en una exploración de la diversidad de la experiencia humana. La tradición occidental suele incidir en la individualidad, la autonomía y el papel fundamental del ser humano en el mundo, y ensalza la libertad personal y los principios morales universales. En cambio, la concepción japonesa de la humanidad está profundamente vinculada a las relaciones, hace hincapié en la armonía y la interdependencia, y considera que la humanidad es indisociable del mundo natural», explican Lucille Reyboz y Yusuke Nakanishi. Son dos mundos, dos visiones del mundo.

En el Kyoto City Museum of Art Annex, las imágenes de la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide, entre el testimonio documental y la poesía, hablan por sí solas. Ella misma lo dice: «Fotografío lo que soy». Para Dior, brindar su apoyo a esta artista en Kyotographie era una elección obvia. En primer lugar, porque la fotografía siempre ha estado ligada a la historia de la Maison. Así, el 12 de febrero de 1947 Pat English se encargó de captar, para la revista Life, el primer desfile de Christian Dior, celebrado en el salón del 30 Montaigne. Desde entonces, el estilo de Dior nunca ha dejado de inspirar a cada generación de fotógrafos, incluidos los más grandes. En segundo lugar, porque Maria Grazia Chiuri se ha acercado con frecuencia a la cultura mexicana, particularmente con su desfile crucero 2024, que estuvo marcado por la fortaleza de mujeres como Frida Kahlo o Leonora Carrington; Graciela Iturbide fue la encargada de fotografiar para la revista Vogue México aquella colección esencial.