EL NUEVO REINO
DE LOS SUEÑOS

Con una panorámica de rascacielos ultramodernos^* como telón de fondo, la Dior Gold House es una joya por derecho propio. Rodeada por una vegetación exuberante, este lugar único en su género invita a hacer un viaje fabuloso por la historia de la Maison, del pasado al presente. El edificio, como una nave imponente para emprender un periplo cautivador, se impone desde el primer momento por su arquitectura monumental, reproducción casi idéntica de la fachada de la mansión situada en el número 30 de la Avenue Montaigne de París, sede de Dior y cuna de la Alta Costura. Enteramente revestida de mosaico de oro, símbolo eterno de Dior, la Dior Gold House establece nuevas conexiones virtuosas entre el patrimonio de la Maison y diversas modalidades de savoir-faire ancestral tailandés.

La inmersión en el corazón del sueño de Dior continúa al traspasar el umbral de entrada, un atrio triunfal adornado con el motivo cannage que se abre al cielo a través de una ventana en forma de estrella, amuleto de la suerte del modista-fundador. Una vez dentro, en decorados minuciosamente concebidos con una elegancia sutil que se realza con materiales naturales, surgen los diversos universos. El bambú, la madera y la rafia se combinan y dialogan con paredes de mármol reciclado, generando un ambiente acogedor y ultracontemporáneo. Los códigos de la Maison están presentes en todos los rincones. Por el suelo se despliega el grafismo del parqué de Versalles, mientras que las calles de la Ciudad de la Luz están representadas en el techo con el motivo Plan de Paris.

La Dior Gold House es mucho más que un destino: en un reflejo de la fascinación de Christian Dior por el arte, se distingue como auténtico epicentro de la creación. En su seno se pueden admirar multitud de obras creadas por varios artistas de Tailandia. Desde el jardín, un maravilloso edén vegetal con una asombrosa diversidad de variedades botánicas, las instalaciones de Boonserm Premthada y Saran Yen Panya, de 56^th Studio, acogen a los visitantes en una reinterpretación exclusiva para Dior del indispensable tuk-tuk, con una versión que rinde homenaje a la prodigiosa diversidad de la artesanía artística.

En un diálogo lleno de encanto, las esculturas de Wishulada Panthanuvong salpican la concept store y el increíble sillón creado por Eggarat Wongcharit preside una de las salas de la tienda. Los espejos, objetos y elementos de mobiliario del dúo Sumphat, formado por Rush Pleansuk y Philippe Moisan, están dispersos por distintos espacios y otorgan una identidad singular a cada una de las salas aunando a la perfección belleza y funcionalidad. Como sorpresa final, los artistas Vassana Saima y Savin Saima, de Vassana, han reinventado el icónico Lady Dior rindiendo homenaje a un arte floral tradicional.

Esta escapada de ensueño prosigue en el Café Dior by Mauro Colagreco, para quien el artista Korakot Aromdee ha creado una extraordinaria escenografía habitada por una fauna y una flora mágicas. Los árboles, las plantas y las aves de ese mundo poético parecen cobrar vida, como en tres dimensiones. Allí se pueden saborear los platos creados por Mauro Colagreco, que ha elaborado para la Dior Gold House una nueva carta exclusiva que pone de manifiesto el legado único de la Maison. Su partitura gourmet encarna la visión y la filosofía de este chef poseedor de tres estrellas Michelin, que se inspira en la naturaleza, sus ritmos y sus ciclos para enlazar suntuosamente la gastronomía con la Alta Costura. La carta ofrece postres, helados y bollería adornados con los emblemas de la Maison.

Es un destino sin parangón en el que se entretejen nuevos y fuertes lazos entre la excelencia de Francia y la de Tailandia, y donde se muestra como nunca la audacia creativa de Dior a través del prisma del ensueño.