Indian Odyssey

ODISEA
INDIA

DIOR PRESENTÓ EN BOMBAY SU LÍNEA DE OTOÑO EL PASADO 30 DE MARZO DE 2023. FUE UNA VELADA INTENSA QUE DEJÓ EL TIEMPO EN SUSPENSO Y ESTUVO ACOMPAÑADA POR UNA SERIE DE EXPOSICIONES ÚNICAS, REFLEJO DE LOS VÍNCULOS INQUEBRANTABLES QUE UNEN A LA MAISON CON LA INDIA. FUE, EN DEFINITIVA, UNA INVITACIÓN A LA EVASIÓN Y A SOÑAR.

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Música en directo compuesta y dirigida por Oliver Coates. Tablas y multipercusión de Anuradha Pal. Con los músicos de la Orquesta Sinfónica de la India. Instrumentos de la India a cargo de Imran Khan, Chetan Joshi, Sangeet Mishra y Tushar Raturi.
Contiene extractos de «Speaking In Tongues I» y «Om Namaha Shiva» de Sheila Chandra.

La noche había caído ya sobre Bombay cuando la primera silueta de la colección Dior otoño 2023 diseñada por Maria Grazia Chiuri hizo su aparición junto a la Puerta de la India*, una puerta histórica y monumental que contempla el mar y el horizonte. Un total look de aires eminentemente indios traspasó un arco decorado con un toran, una obra prodigiosa de casi ocho metros de alto confeccionada por la Chanakya School of Craft. Este adorno remite a una antigua tradición de las mujeres indias: adornar telas simbólicas con bordados y patchwork para recibir a sus invitados en casa.

No se trataba solo de la decoración de un desfile; fue la encarnación metafórica de un encuentro plural entre Dior y la India bajo el signo del amor y la inspiración. En un magnífico despliegue de todo su savoir-faire, las artesanas han cosido el toran a mano, haciendo así resplandecer los códigos de esta forma de arte que se ha trasmitido de una generación a otra. Es una forma de escribir en tela que, con el impulso de sus aspiraciones, les permite poner de manifiesto su visión del mundo sensible mediante 25 técnicas, como el phulkari, el bordado con espejos, el punto de nudo y el kantha.

^*Con el apoyo de la Dirección de Turismo del Gobierno de Maharashtra y las autoridades indias de Bombay.

La mirada de los asistentes iba de la escenografía a las modelos y reflejaba a la perfección la emoción cristalizada en ese momento maravilloso que ha marcado la historia de la Maison, unida desde su nacimiento a la de este país de mil facetas. La energía colectiva, ardiente, resplandeciente, palpable en todos los gestos –del backstage a la pasarela– y en todos los detalles –de los tapices de flores que adornaban el suelo a la fuerza de la música– rindieron homenaje a las múltiples facetas de los colores de la colección, intensos y absolutos.

En un canto a la elegancia y la sencillez, túnicas, faldas anudadas y vestidos drapeados se han confeccionado con tejidos de seda usando antiguas técnicas del sur de la India, concretamente del estado de Tamil Nadu. De corte moderno, las creaciones se realzan con flores o cuadrados en una profusión de tonos ácidos.

Emblema de la magia de las labores de costura y la gran diversidad de oficios artísticos regionales, pantalones rectos y faldas largas se adornan con perlas y lentejuelas que remiten a los bordados con hilos metálicos, como el zardozi, que ilustra el perfil audaz de los talleres. El bordado se convierte en tejido de seda para transformarse en un precioso encaje irisado en un conjunto de falda y blusa sin mangas, demostración de un virtuosismo único.

Para Maria Grazia Chiuri este desfile fue también una oportunidad de celebrar sus treinta años de amistad con la Directora Artística de Chanakya, Karishma Swali, y de renovar su afinidad constante con la artesanía local. Una serie de piezas de patchwork, creadas con un procedimiento de aplique cosido a mano, se realza con diseños geométricos que reinterpretan elementos de paisaje indios y recuerdan los motivos exuberantes que se extienden por las telas de Jouy originales. Es un diálogo creativo en el que compartir y transmitir son esenciales.

Varios acontecimientos jalonaron este viaje, que ha escrito una nueva página en una historia fascinante. Diversas exposiciones incluyeron demostraciones para hacer patente la intensa colaboración establecida a lo largo de varias temporadas entre Dior y Chanakya; una experiencia inmersiva en el barrio de Byculla, donde los visitantes descubrieron la gran diversidad de las técnicas indias junto con piezas históricas de gran valor, seleccionadas entre las 10.000 creaciones de Chanakya como representación de la pluralidad del lenguaje artesanal, así como una selección de siluetas excepcionales procedentes de dieciséis colecciones Dior.

En el Snowball, la retrospectiva Mūl Māthī from the roots rindió homenaje a los artistas Madhvi y Manu Parekh, cuyas pinturas se han reproducido en bordado. Entre innovación y legado, los artesanos han sabido captar la variación ínfima de tonalidades y el movimiento texturado y fulgurante de las pinceladas. Esos cuadros híbridos, maravillosamente delicados, se mostraron por primera vez en la India al lado de algunas de las obras originales que los inspiraron. Por último, una exposición titulada Jardín cósmico presentó los intercambios infinitamente fértiles y apasionados que se producen entre Karishma Swali y la pareja formada por Madhvi y Manu Parekh a través de la visión no menos apasionada de las comisarias italianas Maria Alicata y Paola Ugolini.

El conjunto es una odisea fabulosa que trasciende épocas y fronteras y teje un itinerario de ensueño que va de París a Bombay con parada en espacios y vínculos creativos, una exploración en nombre de la excelencia poética.