| Un nuevo talismán olfativo
«Sería muy ingrato, y sobre todo muy impreciso, si no pusiera en mayúsculas la palabra azar para recordar el principio de mi aventura. Esta aventura ha tenido un final feliz, y, por deber de agradecimiento, he de proclamar mi fidelidad a las pitonisas», escribe Christian Dior en las primeras líneas de su autobiografía1.
En un homenaje a la fascinación que el modista sentía por la superstición y las artes adivinatorias, Francis Kurkdjian ha buscado su inspiración no solo en los rituales favoritos de Monsieur Dior, que iban desde el tarot hasta las videntes, sino sobre todo en el imaginario de sus amuletos, de los que nunca se separaba: medallas de oro con el grabado de sus talismanes, como el muguete y un trébol de cuatro hojas, o la emblemática estrella que marcó el rumbo de su destino como modista2, así como por el trocito de madera que aseguraba tocar varias veces al día. «La superstición de Christian Dior siempre me ha conmovido. Me veo reflejado en ella no solo porque la comparto de una forma atávica, sino también por gusto. Son pequeñas manías llenas de encanto, un tanto divertidas. Por ejemplo, cuando acudo a citas profesionales muy importantes suelo llevar escondido un terrón de azúcar en la chaqueta. ¡La idea surgió como una evidencia sensorial! Bois Talisman nació de un cruce fulgurante entre nuestras dos supersticiones: el azúcar escondido en mi bolsillo, mezclado con los trocitos de madera que Monsieur Dior acariciaba en el suyo. Del azúcar, he traído una nota de vainilla intensa, que se despliega en todas sus facetas. El dúo mágico surgió, y Bois Talisman nació». Así concibió el Director Creativo de Parfums Christian Dior este perfume totalmente inédito que se acaba de sumar a La Collection Privée, un punto de encuentro lleno de exaltación cuya quintaesencia se exprime al máximo, entre una nota de madera de cedro y otra de vainilla exquisita con sus múltiples matices llenos de sutileza. «La idea de la madera me llevó a los lápices que usaba Christian Dior para sus bocetos; así escogí el acorde de cedro. Después quise organizar el diálogo entre ese acorde y la nota de vainilla, dando cabida a sus diferentes facetas mediante varios procesos de extracción, de las más suaves a las más potentes». De ese modo surgió esta nueva fragancia, que combina maravillosamente con los lujosos estuches fabricados a medida. | 1. Christian Dior et moi, Christian Dior, Librairie Vuibert. | 2. El 18 de abril de 1946, caminando por la rue du Faubourg-Saint-Honoré, Monsieur Dior se encontró una estrella metálica. El astro, como un amuleto sagrado, se convirtió un signo que le indicó el camino a seguir y le llevó a abrir, ese mismo año en París, una casa que llevaba su nombre en el número 30 de la Avenue Montaigne. |
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