Gracia
antigua
En las siluetas de la colección Dior de Alta Costura otoño-invierno 2024-2025, entre antigüedad y modernidad, se aprecia tanto la historia del deporte como la historia de las prendas. Destinos unidos por la belleza del cuerpo en movimiento y la necesaria fusión entre elegancia y funcionalidad. Un regreso a la esencia de la Alta Costura.
Las creaciones ondulan al ritmo que marcan los pasos de las modelos. Con flecos, drapeados y plisados, se convierten en camisetas de tirantes, vestidos y pantalones; establecen siluetas evanescentes inspiradas en las diosas antiguas. El vestuario deportivo rinde homenaje a los deportes de ayer y de hoy para reinventarse con un léxico propio de la Alta Costura: el canalé de los cuellos de las camisetas se sustituye con una delicada cinta de otomán; el punto de algodón se adorna con seda o hilos metálicos con múltiples matices dorados. El bordado, expresión de un savoir-faire virtuoso y de refinamiento absoluto, viste por completo prendas novedosas, como irresistibles maillots deportivos o albornoces adornados con mil y un espejos. |
Las referencias a la cultura antigua también están presentes en los complementos. Por ejemplo, el calzado adopta la forma espartana tradicional y se realza con correas y cintas que abrazan la pierna desde el tobillo hasta la rodilla. Con plumas o bordados que magnifican los conjuntos, a veces se adornan con perlas barrocas de reflejos lujosamente nacarados que se expanden también por pulseras, anillos o pendientes retomando la estructura del icónico Dior Tribale. También sandalias planas con una cinta de punto, a juego con los vestidos que complementan. Con un estilo de espíritu rebelde, cinturones de doble vuelta en cuero negro acompañan prendas completamente blancas, ciñen el talle y crean sutiles juegos de contrastes. El conjunto es la imagen plural de una feminidad libre y poderosa. |