Para proseguir sus estudios salió de la India y se diplomó en la Parsons The New School for Design, en Nueva York; también viajó integrándose en varias residencias artísticas, pero nunca perdió de vista el apego a sus raíces. En sus lienzos reinventa la mitología india, sus símbolos y tradiciones.

El éxito no tardó en llamar a su puerta. Rithika Merchant ha expuesto en París, Londres y Bombay. Sus obras son universos exuberantes repletos de seres inmersos en una naturaleza en constante metamorfosis. Con un aire a los grabados botánicos de siglos pasados, en sus creaciones se aprecian ritos indios y recuerdos de infancia que captan la atención y poco a poco dirigen la mirada hacia una toma de conciencia sobre la importancia de los vínculos ancestrales entre el ser humano y su entorno.

Rithika Merchant interroga incansablemente esas conexiones, esa interdependencia, esas resonancias que conforman nuestra relación con el mundo y constituyen nuestro ecosistema. Su arte se convierte en política: los «mundos encantados» que imagina nos invitan a replantearnos nuestra relación con la tierra, los seres que nos rodean, nuestra historia y la vida. La búsqueda de Rithika Merchant se inscribe con toda lógica en el proceder de Maria Grazia Chiuri, que a través de sus colecciones encuentra siempre una fórmula para poner de relieve a mujeres artistas comprometidas.