Desde sus orígenes en 1946, la Maison siempre ha mantenido fuertes vínculos con Versalles, enormemente inspiradores. El emblemático palacio, suprema representación del arte del estilo de vida francés, ejercía una irresistible atracción en Christian Dior, quien desde sus primeras colecciones bautizó algunos de sus modelos con nombres como Trianon o, simplemente, Versailles.

Estas afinidades escogidas permiten además entrever lo mucho que le gustaban al modista-fundador las fiestas y los bailes. En 1951 diseñó, nada menos que junto con Salvador Dalí, espectaculares disfraces para el llamado «Baile del siglo» organizado por su amigo Charles de Beistegui en el palacio Labia de Venecia. El modista lo describió así en sus memorias*: «Fue la velada más hermosa que he visto y veré jamás. El esplendor de los disfraces era casi comparable a la indumentaria triunfal de los personajes de Tiépolo pintados al fresco en las paredes. Fiestas como esa son verdaderas obras de arte». Fueron instantes que unieron sueño y realidad y que, en ese sentido, recuerdan el esplendor de Versalles.

En este fin de año 2024 la Maison rinde un nuevo homenaje lleno de encanto a todas aquellas influencias múltiples y alquímicas, y lo hace con una colaboración de Pietro Ruffo. El nuevo motivo creado por el artista romano integra símbolos y joyas del palacio. Hay diseños florales que remiten a los arabescos de las ricas telas que visten los aposentos reales, sí como una evocación de los diseños del pavimento de mármol en blanco y negro; el majestuoso diseño se realza con las palabras «Christian Dior» depositadas como un delicado sello. Ese magnífico universo se despliega esta temporada en creaciones dedicadas a la belleza, como el estuche de la barra de labios Dior Addict, que afirma como nunca la esencia de Alta Costura, el iluminador Dior Forever Couture Luminizer o el fondo de maquillaje Dior Forever Cushion.

En otro homenaje a este arte de soñar, los icónicos maquillajes se visten de oro, trasponiendo la magia de aquel «Baile Dior» para magnificar las fiestas de fin de año. Este revestimiento luminoso realza igualmente el emblemático Rouge Dior y el indispensable Rouge Dior Forever Liquid Sequin que, con un simple toque en los labios, deposita un acabado incandescente, como de lentejuelas, renovado con diez tonos cautivadores e irresistiblemente magnéticos.

En su precioso estuche, las paletas Diorshow 5 Couleurs se reinventan en dos nuevas ediciones: Golden Masquerade combina tonos sutilmente cobrizos con matices luminosos o patinados que se realzan con un nude de matices violetas y un irresistible burdeos mate; Soir de Bal combina el refinamiento de un rosa empolvado, un rosa perla y un malva grisáceo, la sensualidad de un marrón topo y la intensidad de un plateado metalizado.

Este toque de luz completa el look con el encanto de los colores vibrantes de la laca de uñas Dior Vernis, bautizada Lumière para el top coat dorado y Soir de Bal para el rosa profundo. En el punto de encuentro entre el asombro y la emoción, la protagonista de esta aventura es Deva Cassel, embajadora de Dior. En la campaña, con imágenes que realzan la elegancia a la francesa, se aprecia todo el esplendor de las hermosas tardes de fiesta.