ML: ¿Cómo surgió la idea de la coreografía? BL: Estuve hablando con Maria Grazia Chiuri para entender sus intenciones artísticas, la forma en que ha concebido la colección y su búsqueda de espectáculo. Visité con ella la Plaza de España y me imaginé la escenificación en torno al desfile: dos solistas y dos grupos de bailarinas a cada lado, en los puentes. El resto no es sino mi lenguaje, que siempre ha integrado gestos flamencos y del baile contemporáneo. Así, de forma muy natural, surgió la coreografía para el grupo y para los solistas. La música estuvo a cargo de la orquesta de Sevilla dirigida por Alberto Iglesias, que permitió que la coreografía ascendiera muy rápido, muy fuerte y muy arriba. |
ML: Maria Grazia Chiuri, que admira el carácter de las españolas, dice que «son fuertes, y a la vez buscan ser bellas e independientes». ¿Se siente identificada con esa descripción? BL: ¡Ya lo creo! Es también aplicable a mi madre y a los valores que me ha transmitido. Ella se sabía guapa y seductora, pero la fuerza que nos dio fue su valor para emprender y su capacidad de encontrar medios materiales para ofrecer a sus siete hijos un futuro y libertad, especialmente a las chicas. En unos tiempos en los que eso no podía darse por hecho, no puso límites a ninguna de sus hijas. Confió en mí cuando, con 17 años, me marché sola a Nueva York para empezar mi carrera de bailarina y coreógrafa, lo cual demuestra hasta qué punto daba importancia a la independencia de sus hijas. Así que, sí, me enorgullece representar esa libertad, esa fuerza, y encarnar a través de mi trabajo la belleza y la independencia que se atribuye a las españolas. |