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©Angela SUÁREZ

Feria Dior

LA PLAZA DE ESPAÑA, MONUMENTO EMBLEMÁTICO DE SEVILLA, SE LLENÓ DE FLORES ROJAS PARA CONVERTIRSE EN EL ESCENARIO DEL DESFILE CRUCERO DE DIOR 2023. CON ESPLENDOR POÉTICO, QUINTAESENCIA DEL ARTE DE VIVIR ANDALUZ, EL ESPECTÁCULO FUE UNA INVITACIÓN A LA FIESTA Y A LA EVASIÓN.

Símbolo del encuentro entre artes y culturas, la plaza de España, construida entre 1914 y 1929 para la Exposición Iberoamericana, fue el extraordinario decorado del desfile crucero de Dior 2023 ideado por Maria Grazia Chiuri. En ese lugar mágico que entremezcla los estilos neomorisco y neomudéjar, una puerta monumental creada por Pietro Ruffo dio la bienvenida a los invitados. Abría paso a un mundo efímero y único iluminado con miles de farolillos en un homenaje a la Feria de Abril, una de las fiestas españolas más conocidas.

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©Jara García Azor

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©Pierre Mouton

La fuerza del flamenco llenó el grandioso escenario con cerca de cincuenta bailarinas andaluzas que surgieron como un cuerpo colectivo, un corazón palpitante que se movía con delicado brío al son de las composiciones de Alberto Iglesias. Blanca Li, coreógrafa española afincada en París, fue la creadora de la hipnótica actuación que acompañó el desfile. La orquesta estaba situada entre dos puentes adornados con cientos de flores rojas, oda a uno de los colores preferidos de la Maison, «el color de la vida», como le gustaba decir a Monsieur Dior, e hilo conductor de esta colección junto con la profundidad del negro. Simbólicos y profundamente españoles, estos dos colores magnéticos estuvieron muy presentes en las siluetas, que desprendían una feminidad libre y de múltiples facetas. Maria Grazia Chiuri, a quien fascinan la cultura andaluza y el flamenco, es la encargada de dar forma al estilo de Dior*.

* La cultura española siempre ha inspirado a los directores artísticos de la Maison.

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©Alessandro Garofalo

Vestidos y faldas, de irresistible ligereza, llevaban en esta ocasión volantes imponentes que otorgaban a la figura una libertad de movimiento poética. Se vieron también conjuntos de aire danzarín que jugaban con los códigos de lo masculino y lo femenino y rendían homenaje a Carmen Amaya, la Capitana, bailaora que ha inspirado esta línea. Los motivos, impregnados por la riqueza estética sevillana, lucían con profusión de detalles en diseños cuyo grafismo se inspiraba en el de los azulejos, prestando a las prendas un aire neobarroco. Por su parte, los bordados rompieron la barrera de lo ornamental para pasar a estructurar la prenda. Se desplegaban por toda ella hasta convertirse casi en un tejido con entidad propia y ajustarse a las curvas de la icónica chaqueta Bar. Este icono de Dior, reinventado para la colección, rinde un especial homenaje a la cultura china mediante el uso de botones Pankou. Los alamares y otros elementos de pasamanería completaron creaciones con un aura arquitectónica. La mantilla, emblema esencial y objeto viajero que llegó a España desde el norte de Europa, estuvo presente en abundantes variaciones creativas en punto, cuero o encaje.

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©Pierre Mouton

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©Cristina Gómez Ruiz

El mantón de Manila –importado a Sevilla desde Filipinas en el siglo XVII y realizado con una técnica de bordado de origen chino– complemento de influencias múltiples, se reinventó para la ocasión con modelos de excepción concebidos desde el máximo respeto a la tradición andaluza. Los iconos de la Maison, como el bolso Saddle o el Lady Dior, se magnificaron con los gestos minuciosos de artesanos españoles. Para dar vida a esos objetos de deseo se aplicaron en ellos técnicas de escultura, pintura o bordado. Los sombreros, divino toque final, adoptaron dos formas asociadas a los trajes cortos, y las polainas se llevaban con zapatos de tacón para dotar a la silueta de gracilidad ecuestre, entre sofisticación y estilo deportivo. Como toque final, a caballo entre tradición y modernidad, guantes en encaje de cuero o rematados con alamares se atrevieron con el total look. El desfile fue una celebración alegre y una potente demostración de energía colectiva para dar vida a una belleza plural.

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©Alessandro Garofalo

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