EL MUARÉ APORTA UN TOQUE EXTRA DE GRACILIDAD A LAS SILUETAS DE LA COLECCIÓN DIOR DE ALTA COSTURA PRIMAVERA-VERANO 2024 Y DEMUESTRA LA VOLUNTAD DE SU DISEÑADORA, MARIA GRAZIA CHIURI, DE IR SIEMPRE MÁS LEJOS EN LA BÚSQUEDA DE LA EXCELENCIA. EL SAVOIR-FAIRE SECULAR DE LA CASA BENAUD HA SIDO EL COMPAÑERO EN ESTE VIAJE. NOS HEMOS ADENTRADO EN SUS SECRETOS. POR MATHILDA PANIGADA.
«El tejido es el único vehículo de nuestros sueños, y también es un promotor de ideas. Puede ser el punto de partida de nuestra inspiración. Son muchos los vestidos que parten exclusivamente del tejido».
Los efectos cambiantes y ondulantes del muaré dotan a este tejido de una identidad única, reconocible al instante. La emoción visual que produce nos remite al «movimiento de la vida» del que hablaba Christian Dior cuando evocaba ese aire esencial que constituye la belleza de un vestido. Históricamente, el muaré se usó en el siglo xviii para la vestimenta cortesana y eclesiástica; aparece en distintas épocas sin perder nunca su nobleza y su dimensión casi sagrada. En la colección de Alta Costura Dior primavera-verano 2024 se ha convertido para Maria Grazia Chiuri en el vehículo de una reflexión sobre los vínculos existentes entre los tejidos y el poder femenino. Por encima del mero uso como atuendo, protección y ornamento, la ropa se convirtió en un símbolo de poder, ya fuera político, espiritual o religioso. |
«En Lucien Lelong, donde me familiaricé con este oficio, aprendí la importancia del siguiente principio, el más básico de la costura: el hilo de la tela. Con la misma idea y la misma tela, un vestido puede quedar logrado o ser un completo fracaso, dependiendo de si se ha sabido dirigir el movimiento natural del tejido, al que siempre hay que amoldarse».