Mujeres de frente, a la luz del día y en la calle. También en sus casas, en la cama, con el rostro escondido u oculto en la penumbra. Son mujeres mayores, de mediana edad o muy jóvenes. Están alegres o tristes. Enamoradas o nostálgicas. Abandonadas o enfadadas. Desnudas o vestidas. Y, a veces, muertas.
Ante el objetivo de Maya Goded las mujeres muestran su realidad más cruda y absoluta. Sin maquillaje ni filtros. Maya Goded se formó con una fotógrafa legendaria, Graciela Iturbide, a la que acompañó en sus misiones y de quién aprendió la vida itinerante de la profesión. A Goded le gusta proyectarse en lo que denomina «espacios de vulnerabilidad».
Para ella, la fotografía se convierte en creación política, en un acto de militancia. Quiere defender el lugar de las mujeres en la sociedad mexicana, ayudarlas a oponerse al patriarcado y a la injusticia. A través de su obra pone de relieve los aspectos más sombríos de su existencia y, al mismo tiempo, celebra su lucha por la libertad. Ha pasado noches enteras en la plaza de la Soledad del barrio de la Merced de Ciudad de México, donde intentan sobrevivir las prostitutas, blanco de delincuentes y clientes, víctimas de la inseguridad. Maya Goded muestra sin adornos su vida cotidiana, tanto las escenas trágicas de sus vidas como los momentos de alegría y solidaridad. |
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