| Desde la más tierna infancia, Christian Dior amaba fervientemente las tierras lejanas y el arte de la fantasía. Su destino como modista, muchos años después, le brindó la oportunidad de hacer viajes inolvidables, y su entusiasmo por las culturas del mundo se constató ya en su primer desfile, en 1947. En los salones del número 30 de la Avenue Montaigne presentó un vestido de verano de color limón y violeta de Parma al que llamó Mexico; así empezó la perenne amistad con esa tierra maravillosa. Siguieron, en nuevas colecciones, modelos llamados Acapulco, Soirée à Mexico y Mexique, un vestido de tul bordado con escamas doradas que se confeccionó para el otoño-invierno 1951. En 1950, los lazos entre Christian Dior y México se estrecharon un poco más con la firma de un contrato exclusivo entre el modista y una emblemática casa mexicana, los grandes almacenes El Palacio de Hierro, autorizados reproducir para sus clientes las prendas diseñadas por Christian Dior. El éxito fue inmediato, y el aura del estilo Dior se extendió por ese lado del Atlántico. En noviembre de 1954 El Palacio de Hierro dio la bienvenida a seis modelos parisinas de la Maison que estuvieron de gira por América Latina tres meses para presentar la línea H, diseñada para la temporada otoño-invierno 1954. |
| Paralelamente, la Maison tuvo la fortuna de contar con el_ apoyo de una embajadora inigualable: María Félix. La actriz, ferviente admiradora de la elegancia de Dior tanto en su vida privada como en la pantalla, vistió prendas tan destacadas como el conjunto Batignolles y el vestido Vol au Vent en Doña Diabla (1950), el vestido Mendelssohn en La pasión desnuda (1953) o Caravane en La fiebre sube a El Pao, que en México se comercializó como Los ambiciosos (1959). También en 1959 acudió a la Mostra de Venecia luciendo el vestido Exotique, diseñado por Yves Saint Laurent para Dior. |
Una escapada maravillosa que recorre los fabulosos vínculos existentes entre México y Dior
| Las décadas se sucedieron, y los vínculos entre la inestimable cultura mexicana y la Maison Dior se mantuvieron. En 1972, con motivo de la Semana Francesa en México, se hicieron dos presentaciones de la colección de Alta Costura otoño-invierno de Marc Bohan en el hotel Camino Real a favor de la asociación benéfica Aldeas Infantiles SOS de México. Después, en 1980, la epopeya se perpetuó con los desfiles de prêt-à-porter y Alta Costura primavera-verano 1981 en el Casino del Bosque con la presencia de Marc Bohan, organizados en favor de una obra benéfica. Esta fuerte amistad cristaliza en todos los ámbitos del arte y la creación, de la música a la pintura pasando por la gastronomía. Son muchas las exposiciones que Dior ha patrocinado en México, y también apoyó un concierto del pianista francés Aldo Ciccolini acompañado por la orquesta filarmónica de Ciudad de México. En noviembre de 1987, invitada por Televisa, la Maison presentó un centenar de modelos en una cena benéfica celebrada en el hotel Las Brisas con motivo de la clausura del Festival Internacional de Cine Acapulco, en un decorado que representaba la fachada del número 30 de la Avenue Montaigne. Este acontecimiento, enteramente grabado y difundido al día siguiente, contribuyó a consolidar el prestigio de Dior ante el público mexicano. En 1988, el restaurante Fouquet’s del hotel Camino Real propuso recetas del libro La Cuisine cousu-main, publicado por la Société Christian Dior. |
| En 1966, Marc Bohan puso en su colección de Alta Costura primavera-verano estampados de influencias mexicanas; años después, John Galliano destacó la riqueza creativa de ese país en su desfile de Alta Costura otoño-invierno 2002, lleno de referencias sacadas de su viaje entre Los Ángeles y México. Este patrimonio inagotable fue también interpretado por Maria Grazia Chiuri para la línea crucero de Dior 2019. «Cuando descubrí las escaramuzas charras –que son una forma de sororidad, mujeres que reivindicaron el derecho de participar en competiciones ecuestres tradicionales de México en igualdad de condiciones que los hombres–, pensé que podían ser un punto de referencia muy interesante en mi búsqueda de mujeres motivadoras y fuertes», explica la Directora Creativa. Aquel desfile, que se presentó en las Grandes Écuries de Chantilly, presentó una serie de conjuntos compuestos por originales faldas amplias con chaquetas ajustadas, vestidos vaporosos cubiertos con bordados, encajes y grecas irresistibles. El guardarropa se combinaba con complementos tomados prestados del universo ecuestre, como sombreros de paja adornados con una cinta bordada, cinturones anchos para realzar el talle y múltiples variaciones del bolso Saddle, que evoca las curvas de una silla de montar. |
| Ahora empieza un nuevo capítulo en el relato que une a Dior con México. Al escoger México como destino soñado para la colección de crucero Dior 2024, la Maison ha rendido un homenaje sin precedentes a la diversidad del legado cultural de ese país apasionante. La colección se presentó en un desfile-manifiesto presidido por la figura de Frida Kahlo, cuyo espíritu independiente, valiente y vanguardista ha inspirado a Maria Grazia Chiuri prendas que reflejan la identidad plural de la pintora mexicana. El antiguo Colegio de San Ildefonso fue el marco escogido para desvelar siluetas atrevidas y poéticas, reflejo del deseo de la Directora Creativa para destacar una serie de prácticas y destrezas ancestrales que se mantienen vivas. Una escapada maravillosa para descubrir nuevos imaginarios creativos que refuerza los maravillosos vínculos establecidos entre Dior y México desde el primer desfile de la Maison en 1947. |
