Al igual que las oficialas de los talleres a la hora de cortar las telas, Victoire de Castellane combina los motivos de Galons Dior y la elegancia de Dearest Dior embelleciendo cada elemento de distintas maneras para dar lugar a nuevas creaciones excepcionales. Se conjugan hasta el infinito para seguir y realzar las formas del cuerpo y, como las prendas de Alta Costura, se entrelazan, enredan, se tocan, establecen alianzas y se distancian. Las monturas han tomado prestado del encaje su gracilidad y liviandad y parecen borrarse para dejar que los rubíes, las esmeraldas, los zafiros azules y las tanzanitas desvelen la intensidad de sus tonos en composiciones complejas que reflejan el savoir-faire de excelencia que caracteriza a Dior. En un delicioso juego de geometrías y asimetrías, las joyas casan a la perfección con el contorno de la mano, la muñeca o la finura del cuello, como posadas directamente en la piel. |
Los 79 modelos son un canto múltiple al legado de la Maison y su virtuosismo artesanal. Victoire de Castellane ha jugado con escalas y perspectivas para imaginar piezas revestidas de matices resplandecientes, cuyas sofisticadas hileras evocan el prodigioso refinamiento de la costura. Los galones se despliegan por corpiños o envuelven los dedos en un sutil equilibrio de transparencia y acumulación. En un homenaje maravilloso a la pasión que sentía Monsieur Dior por la naturaleza y la botánica, un aderezo de oro blanco integrado por un collar, un brazalete, un anillo doble y una pareja de pendientes se salpica con diamantes que figuran motivos vegetales. Estos objetos de deseo, iluminados con gemas de intenso color, invitan a probar infinitas combinaciones, expresiones de una feminidad de múltiples facetas. |